top of page

AUTOPISTA CARA Y CARRETERA PELIGROSA


La incapacidad del gobierno veracruzano no ha podido comunicar a ocho municipios en peligro de quedar aislados #ESTADO

AUTOPISTA CARA Y CARRETERA PELIGROSA

El norte de Veracruz sin camino

La incapacidad del gobierno veracruzano no ha podido comunicar a ocho municipios en peligro de quedar aislados

Por Ángel Álvaro Peña

Los caminos unen personas, son puentes de comunicación y de comercio, de tal manera que las condiciones para que estos dos objetivos históricos se lleven a cabo forman parte del proyecto de cualquier camino. Lo demás es secundario.

Pero en Veracruz todo es permitido toda vez que no hay autoridad. El estado fallido en Veracruz se expresa por todos lados y los chamacos que están al frente del gobierno prefieren jugar a los encantados por los pasillos del palacio de gobierno que sentarse a trabajar, porque las risas se escuchan por todos lados, pero no hay un solo acto de gobierno.

Cuando una carretera se inaugura, cuando un camino se abre y no tiene como prioridad la unidad de las comunidades que enlaza y la facilidad para transportar los productos que alimentan o fortalecen la economía del país simplemente no son caminos, son un negocio por lo caro o un suicidio, por lo peligroso.

Ahora, al inaugurar el tramo Naranjos-Ozuluama, como parte de la autopista Tuxpan-Tampico, todo discurso optimista se convierte en un verdadero insulto para quienes se ven obligados a atravesar por ese camino.

El precio del peaje prácticamente deja a los ganaderos y productores de alimentos sin ganancia. Es una burla a la productividad y contradice la política del presidente de la República en una acción que supera en rapacería a los anteriores responsables de los caminos, encabezados por Gerardo Ruiz Esparza, quien debería estar en la cárcel.

El gobernador, que no sabe ni de lo que habla, aseguró que “En Veracruz, comunicar el norte del estado con el centro es fundamental para garantizar el desarrollo, sobre todo cuando existe el crecimiento del puerto de Veracruz, por lo que es necesario garantizar rutas en condiciones que permitan el traslado de bienes y servicios”.

El mandatario fue acompañado del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, quien recalcó que esta acción es parte del compromiso con la ciudadanía de esta región, olvidada durante décadas, pues gobiernos pasados sólo hacían obras en el centro.

Pues en realidad dicha parte de la entidad sigue olvidada ya que a un productor de naranja se le cobrará casi 2 mil pesos por pasar un camión por esa autopista, mermando sus ganancias sustancialmente. Pero en eso no repara Cuitláhuac García Jiménez, que sólo tiene ritmo de salsa en el cerebro.

La región padece de un rezago grave y no es posible que le impongan precios del futuro. Esto todavía no lo entiende ni el secretario de Comunicaciones y menos aún el gobernador del estado, que no sabe ni dónde está parado.

Si la prioridad del Presidente es comunicar a las comunidades más alejadas, éstas seguirán estando aisladas por el precio del peaje en ese camino.

Sin embargo, el Gobernador aseguró en medio de su inconsciencia: “El norte de Veracruz nunca más quedará aislado de las acciones de nuestro gobierno. En los gobiernos de la Cuarta Transformación, el presidente de la República y un servidor estamos obligados a cambiar esto, y lo estamos haciendo”.

El tramo Naranjos-Ozuluama, de la nueva autopista Tuxpan-Tampico, atraviesa los municipios de Naranjos, Chinampa de Gorostiza, Tantima, Tamalín y Ozuluama. Es una carretera tipo A2 de 12 metros de ancho y aloja dos carriles de circulación con acotamientos laterales, la cual forma parte del corredor Veracruz-Monterrey.

Si la intención de esta obra es el desarrollo del estado como asegura el gobernador, está equivocado porque para un automóvil particular el paso por esa carretera supera los 300 pesos por un tramo que todavía no está terminado. Le faltan poco más de 50 kilómetros lo cual convierte ese camino en un auténtico fraude.

Otra de las novedades que adoptó la genialidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el gobierno del estado fue la de complementar los caminos iniciados y tratar de concluirlos, pero tampoco por ahí tuvieron aciertos que valieran la pena anunciar.

Resulta que, tras 8 meses de rehabilitación, la carretera Tuxpan-Tampico, así como la vía Pánuco-Tantoyuca, el camino muestra graves deterioros que se dejaron ver como consecuencia de las lluvias que se han registrado, por lo que organizaciones civiles acusan que estos problemas se presentan por la mala calidad de materiales e insumos que utilizan en la construcción, que es lo que genera estas pésimas condiciones.

Simplemente el tramo de 10 kilómetros de la carretera Ozuluama-Tampico Alto, que se está rehabilitando desde hace 8 meses se encuentra en pésimas condiciones se evidencia la mala calidad de los materiales utilizados, y los tramos Ozuluama-Tampico Alto y Pánuco-Tantoyuca, están en pésimas condiciones.

Esto representa un peligro para la seguridad de los automovilistas. Al mismo tiempo que se daba por inaugurado el tramo carretero de la autopista, se anunció en los medios que los transportistas y automovilistas hacían actos de malabarismo para evitar quedar varados en el campo minado de la carretera federal 180 en el tramo Tampico-Ozuluama. Es evidente que, desde noviembre, la empresa contratada para reparar el tramo Tampico-Ozuluama de la carretera libre la ha dejado peor.

Fotografías y videos muestran el estado que presenta el asfalto de una carretera federal tipo C, originalmente construida en los años sesenta para que circularan unos mil 500 vehículos diarios, y que hoy es transitada a vuelta de rueda por más de 7 mil vehículos al día.

Al respecto, Jiménez Espriú evadió hablar sobre el mal estado de las carreteras del norte de Veracruz, que en los últimos días han sido objeto de críticas y movilizaciones.

Y aunque la perspectiva es que la carga vehicular de la carretera libre disminuya con la autopista, esto será en varios meses, hasta que automovilistas y transportistas se decidan enfrentar seriamente y de manera contundente los altos costos de peaje que presenta en los tramos concluidos.

En resumidas cuentas, el gobernador de Veracruz puede sentirse orgulloso de tener la segunda autopista más cara del país y una carretera federal destruida completamente. Es decir, son comunidades que están condenadas al aislamiento y a la muerte.

El costo por recorrer 103.8 kilómetros (Tuxpan-Ozuluama) es de 281 pesos, es decir, 2.70 pesos por kilómetro, sólo superada por el de la autopista La Marquesa-CDMX (3.90 pesos por kilómetro), mientras que rebasa las autopistas Durango-Mazatlán ($2.57), Guadalajara-Tepic ($2.42), Guadalajara-Jalostotitlán ($2.20) y el Libramiento Norte CDMX, ARCO Norte ($2.00), según datos a noviembre de 2019.

Esta autopista fue licitada en 2014 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. El 7 de agosto de ese año, la SCT asignó la construcción, operación, explotación, conservación y mantenimiento de dicha vía al consorcio portugués Mota-Engil, el mismo que tiene la concesión de la inconclusa autopista Cardel-Poza Rica.

En la carretera federal Tuxpan-Tampico, en el tramo Ozuluama-Tampico Alto, el tiempo de traslado es de dos horas, por lo que el viaje llega a superar las 6 horas entre ambas ciudades.

El descontento social coloca más cerca del precipicio al gobernador de Veracruz, que está a un paso de desbarrancarse.

Tags:

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
bottom of page